orgullo e interseccionalidad



El jueves estrenaron en España Pride (Orgullo, Matthew Warchus, 2014), una película inglesa sobre la alianza entre movimiento minero y LGTB en los años ochenta. Es 1984 y un grupo de activistas (que llevan la librería londinense Gay's The Word) comienzan a recaudar dinero para apoyar la huelga de minerOs convocada por el sindicato nacional. Como el sindicato no quiere aceptar el dinero, se lo saltan y escogen un pueblo al azar, en Gales, a donde acuden a pasar unos días. Es la historia real de Lesbians and Gays Support the Miners.

Aquí está el trailer en español (un poco diferente, bastante menos político)

Fui a ver la película con mucho miedo, porque me esperaba una especie de Bienvenidos al norte (Bienvenue chez les Ch'tis, Dany Boon, 2008) a lo marica: gays (y alguna lesbiana) urbanitas civilizadxs visitando a pueblerinxs heteros e incivilizadxs para, con la convivencia y unos cuantos gags, descubrir al final que todxs somos personas.

Y... bueno, en realidad sí. Pero tampoco. El caso es que llevo confusa cinco días. Porque los recursos cinematográficos (facilones) funcionan y lloras y claro, quién se pone a analizar los sutiles mecanismos de clasismo y homonormatividad cuando estás llorando.

Y sí, las bromas son a costa del encuentro entre el marica y el pueblerino. Y sí, la politización del urbanita queer y la politización del minero parecen de universos completamente diferentes. Y sí, las bolleras que quieren un grupo no mixto se salen del tiesto porque ¿quién habla de feminismo? ¡esto es la revolución! Y sí, el SIDA aparece muy poco y estamos en los ochenta. Y sí, parece que un movimiento social depende del heroísmo de una sola persona (hombre cis, por supuesto). Y sí, la violencia policial brutal que se produjo en las huelgas mineras de 1984-1985 casi no aparece. Pero también hay cruces interesantes en la convergencia de sendas politizaciones. Y también intersecta lo marica y lo obrero en algunos momentos.

Así que sí, parece que tengo que verla otra vez, ahora sin llorar y eso, para averiguar si se salva o no.

Y nunca viene mal salir de una sala de cine con ganas de cantar con fuerza eso de we will laugh the day that Thatcher dies

0 reacciones

Publicar un comentario