Carta


Querida Loreto,

No le hagas caso. Es mentira eso de que llorar es de nenazas. Y ten cuidado. Porque no hay nada de malo en ser una nenaza. Nunca lograrás pasar cien días sin llorar. Y no pasa nada. No te obsesiones y deja de contar. No dejes que un niño de cinco años te destroce la adolescencia cuando solo tienes cinco años.

Lee. Sigue leyendo. Pero haz algo más que leer además de tatuártelo cuando cumplas los veinticinco. Puede que con nueve años aún no sepas lo que significa lesbiana y que con dieciocho no hayas oído nunca la palabra postestructuralismo, pero dentro de unos años tendrás que traducir tus pensamientos del posmoderno al castellano y sabrás más de teorías que de prácticas. Y eso será cualquier cosa menos bueno. No dejes de leer pero acuérdate de que a veces la gente es mejor que los libros.

Decidirás estudiar lo que estudiarás dos meses antes de matricularte, obedeciendo a tu primera psicóloga (la obedecerás en más cosas, pero lo superarás). En segundo de carrera ya sabrás que ha sido un error, pero un profesor empezará a hablar de bolleras y de maricas y de queer y todo cambiará en un segundo. La carrera seguirá sin gustarte. Pero habrás encontrado algo que te hará feliz. Y además. People are just people, they shouldn't make you nervous. Repeat.

No pasa nada porque te haya llamado fea. No dejes de contestar a los acosadores porque uno te haya llamado fea. Tampoco pasa nada porque te haya afectado. No vas a ser la perfecta feminista las veinticuatro horas del día. Seguramente ni siquiera un rato. Qué agotamiento. Pero dejará de molestarte. Lo prometo.

No pasa nada porque no hayas entendido nada de Manifiesto contrasexual. Dentro de dos años volverás a intentarlo y cuando hayan pasado unas pocas páginas ya será demasiado tarde para volver atrás. No dejarás de ver esas películas y series horribles de adolescentes estadounidenses. Y tampoco dejarás de engancharte a realities terroríficos de la MTV. Al principio te sentirás culpable. Pero bah. Aprenderás a darte concesiones. Y a descansar. Y a perder el tiempo.

Sí, el feminismo te joderá la vida. Pero también te la salvará. Solo tienes que tener un poco de paciencia.

0 reacciones

Publicar un comentario